Los reptiles (Reptilia) son una clase de animales vertebrados amniotas provistos de escamas epidérmicas de queratina. Fueron muy abundantes en el Mesozoico, época en la que surgieron los dinosaurios, pterosaurios, ictiosaurios, plesiosaurios y mosasaurios. Según la taxonomía tradicional los reptiles son considerados una clase, pero según la sistemática cladística, son un grupo parafilético (que no incluye a todos sus descendientes), por tanto sin valor taxonómico. Las aves y mamíferos tradicionalmente se consideran clases independientes, mientras que sus antepasados de piel escamosa y sin plumas o pelos se suelen clasificar dentro de los reptiles. En su lugar se ha preferido el uso del clado Sauropsida (reptiles modernos + aves) por ser monofilético.
Los Reptiles son animales vertebrados que se caracterizan por su especial manera de andar, ya que andan arrastrando el vientre por el suelo. Su piel está recubierta de escamas o tienen caparazón (las tortugas). Su respiración es pulmonar. Tienen circulación doble e incompleta por no haber separación total entre la sangre arterial y la venosa. Son carnívoros y cazadores. Tienen dientes que cortan pero no mastican y en algunos casos son venenosos. La temperatura del cuerpo es muy variable. Son ovíparos. Todos tienen cuatro patas excepto las serpientes. Son las tortugas, los lagartos, los cocodrilos y las serpientes.Con los reptiles se completa el proceso de colonización animal del medio terrestre porque, además de desplazarse, también se reproducen. Los Reptiles alcanzaron su mayor apogeo durante la Era Secundaria, en donde se encontraron representados un gran número de especies, algunas de ellas de gigantesco tamaño como los Dinosaurios, Diplodocus, Iguanodontes, Plesiosaurus, Ictiosauros,...etc., conocidos por sus restos fósiles.
Los reptiles, a grandes rasgos, se han adaptado a la vida terrestre, aunque muchas especies hayan posteriormente regresado a los medios acuáticos para depredar. Esto significa que poseen respiración pulmonar, con un sistema circulatorio doble y una serie de adaptaciones que les permiten conservar el agua lo más posible. Su piel escamosa es resistente y áspera, y les permite calentar el cuerpo exponiéndolo al sol, ya que los reptiles no pueden regular internamente la temperatura corporal.
Sus cuerpos generalmente son cuadrúpedos, aunque algunas especies han perdido las patas, como las serpientes, y otras poseen un caparazón rígido e integrado al esqueleto (como las tortugas). Generalmente poseen un buen sentido del olfato y en el caso de las serpientes un sentido del tacto que les permite percibir vibraciones del suelo.